Ya he hablado en varias entradas anteriores de las criptomonedas, y hoy os cuento cómo me he convertido en poseedor de mis primeras monedas virtuales, cortesia de un “colega”. En concreto, se trata de Octanox.
Octanox
En concreto, ya tengo mis primeros Octanox. Para ello, me he abierto una cuenta en la Wallet de Octanox.
El proceso de registro es bastante sencillo, en en 1 minuto o así, ya estás registrado. Lo siguiente es, si quieres, introducir el 2FA (segundo factor de autentificación) usando Google Authenticator app, que si has invertido bastante, es recomendable.
Una vez dentro, ya tienes tu monedero listo para recibir y enviar Otcanox (OTX).
Cómo dijimos en la primera entrada, puedes seguir la cotización de esta moneda en coinmarketcap.com
Si alguien quiere donar Octanox, aquí les dejo mi dirección:
3P5UXYjfamYwJ9vuwLm6wTHtbuQEEAoFb5c
Esperemos que conforme avance el tiempo, llegue aunque sea a la décima parte de a donde ha llegado BitCoin.
En el cuadro de opciones (dashboard), la opción de enviar Octanox es simple: dirección y cantidad:
Qué se puede esperar de Octanox
De momento, solo hay que esperar, porque es una moneda que se está terminando de forjar, pero que cuenta con una excelente comunidad detrás, no solo a nivel internacional, sino también es muy apoyada por la comunidad española, lo que a mi personalmente me aposta confianza.
Supongo que el triunfo de una moneda en el mundo digital supone que “aporte” algo a lo que hay, cosa que en su día Bitcoin fué pionera. La “lucha” por triunfar es bestial, y el hecho de que “mucha gente vea una criptomoneda como forma de pago es esencial”, si no, tu inversión quedará en nada.
Yo, de momento, me quedo cómo estoy, pero realmente hay tanto dónde invertir en este mundillo, que disponer de buena visión (y quizás algo de suerte) se me antoja fundamental para disponer de una buena rentabilidad, y que no todo sea Bitcoin y Ethereum.
Pues nada, espero vuestras donaciones de Octanox aquí: 3P5UXYjfamYwJ9vuwLm6wTHtbuQEEAoFb5c