Pues, ando un poco indignado (indignado, es poco!) con la nueva ley que se a aprobado en el Concreso de los diputados de España, donde se comete el GRAVE ERROR de legalizar la creación de bases de datos por parte de los partidos políticos con datos ideológicos de los ciudadanos.
¿Parece que los ciudadanos somos tontos?
Yo quiero creer que no, pero la realidad es la contraria. Raro es la vez que no hable con alguién al que “simplemente” le da igual que atenten contra su privacidad, cuando no debería ser así.
Esta ley me parece un absoluto disparate porque, por un lado, tenemos la nueva ley de protección de datos de los ciudadanos donde hay que darle la opción a los ciudadanos a rectificar, o a eliminarse, pero en esta nueva ley, no tienes esa opción. Estas a merced de la inteligencia artificial, machine learning y deep learning para ser catalogado, te guste o no te guste.
Me resulta muy curiosa la aprobación de esta ley cuando nuestros colegas europeos están aún escandalizados por Facebook y su fuga de datos a Cambridge Analitics, las fake news, y las consecuencias que ha tenido esa mezcla en hitos tan importantes como el Brexit, o las elecciones americanas.
Porque … si yo tuviera una base de datos, … ¿ acaso no haría yo modelado para sacar rendimiento a los datos?
Evidentemente.
Y aunque la ley lo prohiba expresamente ¿para que quieren los partidos políticos una base de datos si no le pueden sacar “petróleo”?
Tal es la magnitud del atropello, que se ha tenido que modificar hasta la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) en el Proyecto de LOPD y Garantía de los Derechos Digitales, para hacer posible lo impensable. En teoría, sólo se puede hacer en campaña electoral (ja ja ja), y no te puedes dar de baja porque no es un “acto comercial”. Y digo yo, ¿acaso no se comercia gracias a los datos?
¿A que riesgos nos enfrentamos?
Evidentemente, conocer el perfil de tus electores te permitirá hacer leyes a medida de tus electores, y en contra de tus no electores, de ahí que yo creo, es un grave error que a las empresas que “comercian” se les tenga en vigilancia, y a los partidos políticos se les abra el abanico al “Data Analysis”.
Tal es el revuelo, que la Agencia Española de Protección de datos ha tenido que publicar en Twitter que … la cosa no es tan grave. Piensa mal y acertarás!
Aquí alguno de sus excusas:
El texto del Proyecto no permite el tratamiento de datos personales para la elaboración de perfiles basados en opiniones políticas.
Tampoco permite el envío de información personalizada basada en perfiles ideológicos o políticos.
El Proyecto sólo permite, conforme al Considerando 56 del RGPD, la recopilación por parte de los partidos políticos de datos personales relativos a opiniones políticas para obtener información que les permita pulsar las inquietudes de los ciudadanos con el fin de poder darles respuesta en sus propuestas electorales. Esta interpretación se fundamenta en la supresión del término “tratamiento” recogido en la enmienda 331 inicialmente presentada en el Congreso.
El texto permite el envío de propaganda electoral sin que su contenido pueda basarse en los perfiles antes citados, identificando en cualquier caso su naturaleza electoral y garantizando el ejercicio sencillo y gratuito del derecho de oposición.
Sin duda, todo un atropello a la ciudadanía. Os recomiendo la lectura de este artículo para haceros ver, que lo que está sucediendo es una tropelia, y que además, hay problemas mucho más graves en la sociedad española como para legalizar algo que todo el mundo sabe que se hace, pero que ahora, se regula favorablemente para el interés de los partidos políticos.
Sin duda, un mal día para los ciudadanos!