Nunca pensé que habraría en el blog del coronavirus, pero … la actualidad manda. Y todo se debe a que, una vez más, espiar a los ciudadanos por parte de los gobiernos está cada vez más extendido, te guste o no, todo por el bien común.
La noticia la leí aquí, y me han sorprendido varias cosas.
China y el reconocimiento facial
Es el líder indiscutible en aplicar la tecnología de reconocimiento facial para resolver problemas. Por supuesto, hace falta dos cosas: disponer de una red de cámaras públicas donde puedan grabar, y disponer de bases de datos para aplicar dicho reconocimiento. Ambas cosas las cumplen, y claro, para aplicar a situaciones de emergencia como la crisis del coronavirus, también aplica.
La historia del trabajador que queda avisado de que se quede en casa, hace caso omiso, lo ven por una cámara, y la policía llama a su jefe, dice mucho de hasta que punto está entrenado el sistema chino, y cómo resuelven los problemas.
Porque, queramos o no, el reconocimiento facial está sustituyendo a los DNIs.
Yo vivo en una pequeña ciudad de España, dónde hace pocos días descubrí que estaban reparando un poste inmenso en mitad de la ciudad, y no era sino una cámara (quiero pensar, que es por temas de tráfico), con lo que, en parte, empiezo a tener yo también esa sensación de “me vigilan” por parte de los gobernantes más locales.
El geoposicionamiento, vital
El hecho de que vayamos con un smartphone a cualquier sitio hace que, encendido o apagado, tu ubicación queda siempre registrada (y lo fácilq ue es hoy día hacer mapas).
Tu dispositivo, ni miente ni olvida
Métodos para conocer la ubicación de un dispositivo hay varios: si lo tienes activado, estás regalando esos datos a un montón de empresas (Google, Facebook, Twitter, ….), y si lo tienes desactivado, tu compañía sabe a que torreta telefónica estás conectado en todo momento, y puede hacerte seguimiento. Si encima compartes información con otros números, por triangulación, sabes donde estás.
El quid de asunto está en acceder a esa información, y en procesarla, porque el negocio no está en los datos, sino en el análisis de los mismos, y si encima están geolocalizados, ni te cuento!
De momento, esperemos que el acceso a dichos datos de geoposicionamiento sólo estén disponibles mediante autorización judicial, porque son datos con mucho valor económico.
Volvemos al coronavirus y geolocalización, y resulta que incluso podemos verlo en directo: https://coronamap.site/
Y el futuro?
A los que nos interesa la privacidad, tendremos que empezar a pensar que los ciudadanos estarán cada vez más vigilados por sus Estados, y hay que saber y aprender a convivir con ello. La tecnología relativa a #BigData no es una novedad, y cada vez hay más usos y cada vez son más variopintas las utilidades que se dan.
Qué pasen un buen día.